viernes, 17 de enero de 2014

La vida no se detiene por nadie.

  "La vida no se detiene por nadie" una frase en la que podes encontrarla en cualquier parte, pero yo la leí en un bonito libro llamado Las Ventajas de ser Invisible. Es ese tipo de historias en las que se enfocan en los adolescentes, común, casi idénticas a las demás. Pero para mi especial. No se si es porque en algunos casos me sentí identificada con el personaje principal o si realmente aprecio el mensaje que me dejó. Creo que es más probable la segunda que la primera. 
  Esa frase es la que más me llamó la atención, si bien el libro demuestra el significado, yo no terminé de comprenderlo hasta que fui a la Feria de Diseño, que tenía que viajar desde mi casa hasta Palermo en tren, y observé diferentes situaciones. Desde la persona que corría al tren para alcanzarlo pero no pudo hacerlo, personas precarias pidiendo o vendiendo en diferentes lugares en la ciudad o hasta personas de un nivel social mejor pero que sin embargo se notaba una amargura en sus rostros. Pero lo que realmente me dio el "click" para entender aquella frase que rondaba en mi cabeza, fue el momento en el que el tren, parado en una estación, no iniciaba nuevamente su marcha. La mayoría de los pasajeros se preguntaba que estaría pasando y a los pocos segundos llegó la respuesta. Una mujer, desesperada, gritaba mientras pedía ayuda y decía que le habían robado. Pude observar que llevaba un bebé en sus brazos y junto a ella se encontraba otra mujer. Después de escucharse algún que otro grito mas y un barullo entre la gente, el tren volvió a arrancar dejando a la mujer, con su hijo entre brazos y a su acompañante en el andén.
  No hace falta solamente ejemplos de situaciones malas o tristes para entenderla, también hay situaciones felices, en las que uno desea detener el tiempo en ese preciso momento que todo parece perfecto, pero no, la vida no se detiene por nadie.

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