viernes, 28 de febrero de 2014

"Lo lindo pasa rápido y lo triste parece que se quedara y nunca se quiere ir. Pero se irá."

Stole My Heart: Capítulo 13



Capítulo 13

Narra Franco

-La chica, tu ex ¿Quien es?- Me preguntó Zen. Bajé mi mirada al suelo.
-Es Carolina.- Ya la había olvidado, pero no me gustaba hablar de ese tema. Me costó olvidarla ya que íbamos al mismo colegio, aunque su cambio de look me ayudó mucho.
-No pensé que sería ella.- Dijo sorprendida.
-¿Por qué?-
-Porque parece dulce, no se. Alguien que no haría eso.-
-Las apariencias engañan.-
-Sí, tenés razón.- Hubo un silencio por un rato, estábamos llegando a la esquina. 
-Llegamos, hora de separarnos.- Dijo. La miré a los ojos, no quería ir a mi casa, quería estar más tiempo con ella.
-¿Te puedo acompañar?- Le pregunté algo tímido.
-¿A dónde?- Preguntó confusa.
-A tu casa, si es que no te molesta. Aparte puede venir cualquier tipo y lastimarte.-
-No me molesta, pero si tenés ganas de caminar unas cuadras de más por mi no hay problema.- Sonrío y comenzamos a caminar. -¿Sabes varios temas en la guitarra?- Me preguntó.
-Sí, las canciones que me gustan. ¿Por qué preguntas?-
-Para sacar un tema.-
-Escuché la canción que te gusta a vos, está buena. La estoy practicando en la guitarra.-
-Mira vos. Cuando ya la hallas aprendido te tengo que escuchar.-
-Así será.- Dije y sonreí.
-Y... ¿Vos nunca te maquillas?- No sabía que preguntarle.
-No. Si hay alguna fiesta me maquillo un poco.-
-¿Por qué no lo haces?-
-Porque es re molesto tener todo eso en la cara, aparte si me maquillo cuando me vean sin maquillaje van a pensar que soy fea.-
-No sos fea.-
-Tampoco soy hermosa.-
-Para mí sí sos hermosa.- ¿Por qué se lo dije? Era verdad pero no se que va a pensar. Sentí un calor en mi rostro, seguro me había ruborizado. Solo sonreí.
-Gracias- Dijo algo tímida. -Llegamos.- ¿Tan cerca quedaba su casa?
-No me agradezcas. Mañana también te acompaño hasta tu casa. No me haría mal caminar un poco.-
-Si sos re flaco, no te hace falta nada.- Ese no te hace falta nada ¿A qué se refería?
-Bueno, nos vemos mañana.-
-Nos vemos mañana.- Dijo, la saludé con un beso en la mejilla y entró a la casa. 
  Llegué a mi casa, no había nadie, fui a la cocina por algo de comida. Agarré unas Oreos, ya que era temprano para almorzar. Me recosté en mi cama y mientras abría el paquete de galletitas mi celular vibró. Era un mensaje de un número desconocido: "Te advertí de que no le dijeras a nadie." No entendía el mensaje, hasta que recordé que hace unos días atrás me había llegado uno del mismo número. Pero... ¿Cómo sabía que le había contado lo de Manuel y yo? Claro, Zen se lo había dicho. "Qué lástima, tarde" Le respondí. En un minuto aproximadamente me llegó otro. "¿Te gusta verdad? Ella es mía." No le contesté, no iba a seguir su jueguito de nene tonto. 
  Al día siguiente, en los dos recreos no los ví a ninguno de los dos, seguro estaban juntos. Aparte en clases se sentó con él y no paraban de reír, de mirarse y a la salida se despidieron con un gran abrazo. El mensaje de él, era cierto.
-¡Hey! ¿Qué te pasa? Estuviste todo el día pendiente de ella.- Me dijo Joaco.
-No es así.- Lo negué.
-Sí es así. Yo tengo novia, pero entre vos y Fer no hacen una. Vos estás pendiente de Zendaya, Fer de Eleanor, mientras que a mí me dejan solo.-
-Si estuve todo el día con vos.-
-¿Sabías que mi papá se compró un auto?-
-¿En serio? Lo felicito. ¿Cuál es?-
-Ves, ya te lo conté hoy, en el segundo recreo.-
-Soy humano. ¿No me puedo olvidar?-
-¿Si te gusta tanto por qué no vas y se lo decís?- Me dejo esa pregunta picando en mi cabeza, mientras que él se fue. Cuando al fin terminaron de abrazarse, Zendaya y Manuel, ella me vio y vino hacia mí. Me puse nervioso, porque la idea de decirle que me gustaba no se iba de mi cabeza.
  En todo el viaje a casa estuvimos hablando de varias cosas, pero solo pensaba en declararme. Nunca encontraba el momento indicado. Cuando llegamos a su casa, estaba listo para decírselo pero en mi mente apareció Manuel.
-¿Todo bien con Manuel?- Le pregunté.
-Sí ¿Por?-
-Se ven muy bien juntos.-
-Supongo, nosotros somos...- No deje que terminara la frase.
-¿Novios no?- Pregunté teniéndole miedo a la respuesta. Tardó unos segundos en contestar, que parecieron eternos.

jueves, 27 de febrero de 2014

"Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad."

Luna Azul.

Luna Azul o, en ingles, Blue Moon de Alyson Noël es el segundo libro de la saga Inmortales. Estaba realmente emociona y ansiosa por empezar a leer este libro porque el primero, Eternidad, me encantó. Empecé a leerlo y nuevamente estaba en ese mundo, en esa historia, nuevamente comencé a confundirme, a llenarme de intriga, a querer saber lo que realmente pasaba y llegar al final. 

El libro lo leí por Internet, ya que en Argentina todavía no había llegado y como soy demasiado ansiosa tenía que leerlo. Aunque le bajara toda la luz a la pantalla, después de leer mucho, me ardían los ojos pero no me importaba, yo quería saber como terminaba. Y cuando lo terminé lo amé. No tengo mucha crítica sobre el libro, ya que es la misma que el primer libro de esta saga que publiqué hace unos días atrás. Con la diferencia que no me encantó tanto como el primer libro.

Después de unos días estaba más ansiosa por saber como seguía la historia y comencé a leer el tercero. Pero me pasó algo totalmente diferente que con los dos anteriores, no me gustó como siguió la trama y nunca lo terminé de leer, así que nunca terminé de leer la saga. Poray los que leyeron la saga entera y les gustó estarán diciendo que estoy loca pero fue así como me sucedió. Y espero que algún día vuelva a empezar a leer el tercer libro y toda la saga.

Sinopsis:

Iniciada en el mundo oscuro y seductivo de los inmortales por su amado Damen, Ever está aprendiendo todo lo que puede sobre sus nuevos poderes. Pero mientras que los poderes de Ever van aumentando, los de Damen empiezan a desvanecerse. Una enfermedad misteriosa amenaza a su memoria, su identidad y su vida.  
 
Desesperada por salvar a su novio, Ever viaja hasta la dimensión mística de Summerland, donde descubrirá no sólo los secretos del pasado de Damen —una historia atormentada y brutal que él había tratado de ocultar— sino también un texto antiguo que revela el funcionamiento del tiempo. Mientras tanto, la luna azul se está acercando, marcando el único periodo en que Ever puede viajar, y Ever tendrá que decidir entre viajar al pasado y rescatar a su familia del accidente que les costó la vida y quedarse en el presente para salvar a Damen.

lunes, 24 de febrero de 2014

"Las cosas llevan su tiempo. Así que se paciente."

Stole My Heart: Capítulo 12



Capítulo 12

Narra Zendaya

Estaba durmiendo tranquilamente hasta que el horrible sonido de mi celular empezó a sonar; tenía que cambiar el tono de llamada, ese ya me había cansado.
-¡Amiga!- Me gritó el mini artefacto en la oreja cuando atendí.
-Ele, no grites que recién me desperté.-
-Perdón.-
-¿Todo bien?-
-¿Si todo bien? Todo ¡excelente! Ayer fue la mejor fiesta a la que fui.-
-Me alegro por vos.-
-No parece.-
-Bueno recién me levanto, aparte me despertaste en la mejor parte del sueño.-
-¿Con quien soñaste? ¿Con Fran?- Al escuchar su nombre me ruboricé porque recordé lo que había pasado anoche. No sé como me animé a darle un beso. ¿Y ahora cómo lo iba a mirar a la cara, cómo iba a hablarle? Para peor no sale de mi cabeza.
-¿Hola, estás ahí?- Me preguntó Ele.
-Sí, perdón. Ya te dije que recién me levanto. Y no, no soñé con Fran. ¿A vos cómo te fue con Fer? Los vi besándose.-
-¡Si! Es re tierno y divertido a la vez. Te hace reír el doble que Luca, es hermoso. Creo que me enamoré.-
-Sí, me dí cuenta. Pero ¿Quedaron en algo?-
-No, no importa. Bueno sí importa. ¿Vos pensas que va a quedar todo ahí?-
-Seguro que no, le encantas.-
-¿Vos cómo sabes?-
-Me lo dijo Franco- Dije y nuevamente me aturdió el oído con su grito de felicidad.
-No lo puedo creer. ¿A vos cómo te fue con el señor Franco?- Fantástico, pensé.
-Bastante bien, le dí un beso.-
-Si ya sé, en la botellita.-
-No, después nos dimos otro, va le dí. Pero por una apuesta que habíamos hecho y perdí.-
-¿Qué, qué, qué?- Dijo y volvió a gritar, lo que me despertó completamente. Seguimos hablando por un buen rato más y luego fui a almorzar.

  Al día siguiente, en el colegio Manu me preguntó si había ido a la fiesta.
-Si.- Dije cortada. 
-¿Y cómo estuvo?-
-Bien.-
-¿Te pasa algo? Estás rara.-
-Nada.- Al entrar al aula con Franco cruzamos miradas y me sonrió, caminé hacia él, lo saludé y saludé a Fer.
-¿Todo bien?- Me preguntó. Estaba tan nerviosa, él se veía tan tranquilo.
-Todo bien.- Contesté.
-¡Hola!- Dijo Ele y nos saludó a cada uno pero Fer la sorprendió con un beso en la boca.
-¿Ya son novios?- Preguntó Franco.
-No se. pregúntale a ella.- Dijo Fer mirando a Ele, pero no contestó ya que había entrado la profesora.
-Vamos a sentarnos.- Dije.
-Vos te sentas conmigo, va, si querés.- Me dijo Fran.
-Esta bien.- Dije conteniendo la sonrisa.
-¿Qué contás? ¿Qué hiciste ayer?- Me preguntó mirándome directamente. Lo pensé antes de responder.
-Me levanté tarde, va me levanto Ele, e hice la tarea y nada más. Día tranquilo. ¿Vos?-
-Lo mismo.-
-Espero que tengan los trabajos.- Dijo la profesora. Me acordé que no los habíamos terminado y Franco, al verme preocupada, me dijo que él lo había terminado.
-Me hubieras llamado y lo hacía con vos.-
-No te preocupes, no me costó nada.- Me tranquilicé y la clase no empezó hasta que todos entregaran sus trabajos y en ese tiempo Fran no quitó la mirada de mí.
-¿Tengo monos en la cara?- Le pregunté.
-No, solo me gusta mirarte.- Sonreí. 
  Cuando terminó la clase y fuimos al recreo Manuel me agarró del brazo y me alejó del grupo.
-¿Qué querés?- Le pregunté enojada.
-Qué me expliques por que te comportas así conmigo y por qué te sentas con Franco.-
-Te trato igual que siempre- Mentí. -Y me siento con Franco porque somos amigos. ¿No puedo?- Su expresión era rara ¿Estaba triste?
-Si, podés. Te contó ¿No?-
-¿Qué cosa?-
-Lo de él y yo, que éramos amigos y bueno ahora...-
-No lo son, que lo traicionaste.-
-Pero yo no quise hacerlo, ella... No importa.-
-No quisiste hacerlo pero lo hiciste. ¿Qué raro no? No me van las personas como vos.-
-Por favor, tenes que creerme. Yo no quise, te lo juro.- Parecía que decía la verdad, sus ojos lo decían. Pero al final lo hizo, eso quiere decir que por un lado si quería.
-Bueno me voy.- Le dije.
-Espera, solo créeme. Ya te voy a contar lo que pasó, dame tiempo.- Asentí, empecé a caminar y me choqué con Carolina.
-Perdón, no te vi.-
-No hay ningún problema.- Dijo dulce. Cuando llegué con las chicas tocó el timbre y entramos al aula. Franco ya estaba allí y me senté a su lado.
-¿En dónde estabas? No te vi en el recreo.-
-Con Manu.-
-¿Te hizo algo?-
-No ¿No ves que estoy acá al lado tuyo? ¿Por qué lo odias tanto? Si, te traicionó peor él dice que no fue su intención.-
-¿Y vos le crees? Que ingenua sos.- Me lastimó su comentario.
-Se veía sincero.- Dije bajito. De lo que restaba del día no nos dirigimos la palabra. 
  Estaba caminando hacia la parada de colectivo, sola, hasta que Franco empezó a caminar a mi lado.
-Perdón por lo de hoy. Es que con ese tema me enojo bastante, no sé como controlarlo.-
-No pasa nada. Te pones así porque todavía no lo perdonaste.-
-Mira si lo voy a perdonar.- Dijo sarcástico.
-¿Alguna vez le preguntaste porqué lo hizo?-
-No. ¿Vos sabes el por que?-
-No. ¿Por qué no vas y le preguntas vos?-
-Prometí no hablarle nunca más.-
-Sí, pero en este mundo no existen las promesas porque todas se rompen.-
-Pero yo no la voy a romper, yo cumplo las promesas.-
-Esta bien.- Hubo un silencio por varios segundos.
-La chica, tu ex ¿Quien es?- Pregunté, esa duda estaba en mi cabeza. 

viernes, 21 de febrero de 2014

"Haz lo que te dé la puta gana, pero sin joder a los demás."

Stole My Heart: Capítulo 11



Capítulo 11


Narra Franco

-Un beso, eso quiero.- Dije rápido. Ella abrió los ojos bien grandes. Lo tenía que hacer, me moría de ganas de probar sus labios.
-¿Vos estás loco?-
-No.-
-No vale eso, no apostamos eso.-
-No, pero apostamos que el que perdía tenía que hacer lo que el otro quería ¿No? Solo te pido un beso, sino sos mala perdedora.-
-Yo no soy mala perdedora. Bueno, esta bien, lo voy a hacer.- Sonreí.
-Hijo vení a ayudar con los preparativos, es tú fiesta.- ¿Por qué ahora? ¿No puede ser más tarde? Pensé.
-¡Espera un segundo!- Le grité.
-¡No, vení ya!- En estos momentos odiaba a los padres.
-Si querés andá con el enano hasta que yo termine.-
-Esta bien. ¿Era por allá no?-
-Sí.- Comenzó a caminar. -Mira que quedó pendiente he.- Ni siquiera volteó a verme.
-¡Franco!- Gritó mi padre. Fui corriendo para el parque, ahí se iba a hacer la fiesta. Acomodé cada cosa en su lugar y cuando al fin terminé, fui hacia la habitación de mi hermano. Abrí la puerta y estaban ellos dos riendo, divertidos. Ella se veía tan dulce con él. No notaron que yo estaba allí. Era raro que se llevaran tan bien en tan poco tiempo. Peter no es muy sociable y odia a la mayoría de las personas porque siempre lo miran con tristeza o lo esquivan para no tener que enfrentarse con la enfermedad. Pero ella es diferente a las otras y diferente a todos. ¿Cómo puede ser qué recién la conocía y ya me parecía de otro planeta? Toqué la puerta dos veces para que se dieran cuenta de que yo estaba allí, entré a la habitación.
-¿De qué hablan?- Les pregunté y ambos comenzaron a reír.
-De que cunado ves una araña gritas como niñita y salís corriendo como si alguien te fuera a matar.- Me contestó Peter. No era verdad, va en parte sí pero ahora no, ya maduré eso creo.
-Ya no es más así, no les tengo miedo.-
-Si claro, como ayer ¿No?- Aveces me daban ganas de arrancarle la lengua al enano para que no hablara más. Ella solo reía.
-Falta media hora para que vos te vayas con tu enorme bocota.- Le dije.
-No lo trates así, el solo dice la verdad.- Lo defendió Zen. Respiré profundamente.
-Bueno, yo me voy a bañar y espero que vos- Dije señalando al enano. -no abras más esa boca.- Los dos se rieron, fui al baño y empecé a ducharme. Mientras pensaba en algún plan para poder besarla me entró shampoo en los ojos y no paraban de arder, así que el plan no se creó. Terminé, me cambié y salude a mi familia porque ya se iban. 
  Fui a buscar a Zen, que se encontraba en el patio, y cuando iba a hablarle sonó el timbre. Eran Fer, Joaco y la novia de Joaco. Pasaron unos pocos minutos y de a poco iba llegando la gente. La fiesta marchaba bastante bien, aunque no pude estar a solas con Zen. Uno de mis compañeros de clase gritó quien quería jugar a la botellita con alcohol, era una idea brillante porque si tenía suerte podía besarla. El juego consistía en que todos nos poníamos en ronda con una botella en el medio, uno la giraba y tenía que besar al que el pico de la botella apuntara, pero antes tenía que tomarse un baso con alcohol. Me tocó tomarme dos vasos de alcohol, que para mi gusto estaba bastante fuerte, y besarme con una compañera y la amiga de otra compañera de clases. Llegó mi turno de girar la botella y mientras giraba lo único que quería era que me tocara ella. Cuando paró de girar levanté la vista y no pude evitar sonreír, era Zen. Fue como si el universo escuchara mis plegarias. Ella tomó el alcohol, nos acercamos y nos besamos. Por unos pocos segundos sentí algo diferente, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo y mis ganas de seguir besándola era infinita. Pensé que podría ser el alcohol que le daba ese sabor especial pero con las demás chicas no fue igual. Seguimos jugando un rato más y luego comenzamos a bailar, varios estaban borrachos ya que tuvieron que dar muchos besos.
Iba a ir a hablarle a Fer pero cuando lo divise se estaba besando con Eleanor. Al fin, estuvo toda la semana hablándome de ella sin parar, ya era irritante. Me doy la vuelta para buscar a alguien con quien estar y la vi a Zen sentada sola y decidí acercarme.
-¿Cómo la estás pasando?- Le pregunté.
-Bien, es divertida la fiesta.-
-Me alegro que te diviertas.-
-Si, Eleanor se está divirtiendo bastante, pasó lo que quería que pase.-
-Fer estuvo toda la semana taladrándome la cabeza con Elaonor.-
-Seguro van a terminar juntos.-
-Si se gustan seguro.-
  La fiesta iba terminando y de a poco todos se iban, excepto Zen; al fin estábamos solos.
-¿Y cuándo te vienen a buscar?- 
-¿Ya querés que me vaya?-
-No.- Contesté demasiado rápido. -Solo preguntaba por curiosidad. Todavía me debes el beso.- Dije.
-No, ya te lo dí en el juego.-
-No vale, eso era un juego y lo otro era una apuesta, son dos cosas diferentes.-
-La apuesta pertenece al juego así que no te debo nada.-
-¿Segura?-
-Si, segura.-
-Entonces como sos una mala perdedora vas a tener que soportar las consecuencias, las cosquillas.-
-No, ni lo sueñes, cosquillas no.- La miré pícaro y empezó a correr y yo la seguí. Cuando la alcancé empecé a hacerle cosquillas, no se quedaba quieta e íbamos hacia el lado de la pileta, y de repente veo que se tropieza y cae al agua. 
-Sos un idiota.- Dijo enojada saliendo de la pileta. -¿De qué te reís?-
-Sos linda cuando te enojas.-
-Ves que sos un tarado.-
-Bueno, tranquila.-
-A! ¿No sabes que cuando le decís a alguien tranquila se pone más histérica?-
-¿Cómo vos?-
-Me estoy muriendo de frío y vos diciendo como vos.- Me acerqué a ella y la abracé, se tranquilizó un poco.
-¿Mucho mejor?-
-No mucho pero sí mejor.- Nos quedamos unos segundos abrazados.
-¿Qué te parece si busco una toalla y te cambias la ropa?-
-Es que no tengo otra ropa.-
-Yo te presto, busco lo más chiquito que tengo y te lo doy. Así se seca tu ropa y la mía.- Dije ya que al abrazarla me mojé. Le dí una toalla, fuimos a mi cuarto, busqué algo de ropa y se la dí. 
-Te espero afuera.- Le dije y dejé que se cambiara en mi habitación. Cuando salió, comencé a reírme, todo le quedaba enorme. Le había dado un cinturón para que sujetara el pantalón. Se veía tan sexy con mi ropa. Salí de mis pensamientos ya que comenzó a rapear.
-Yo me caí al agua y mi ropa se mojo, el idiota me dio su ropa y enorme me quedó. OH yeah.- Cantó y se cruzó de brazos. Había agarrado una gorra mía, que también le quedaba enorme. Empezamos a reír.
-Estás loca.- Le dije.
-Perdón, es que a esta hora y el alcohol no me pega muy bien.- Hizo una sonrisa como si hubiera hecho algo malo y ella no tuvo la culpa, era tan tierna. Fuimos al comedor a sentarnos en el sillón a hablar.
-¿Y tus padres a dónde fueron?- Me preguntó.
-A una quinta, como yo no quería ir porque me aburro me dejaron hacer la fiesta.-
-Claro.-
-Te mentí.-
-¿Qué?- Me preguntó desconcertada. Le tenía que contar lo de Guille.
-Sí, cuando te dije que mi ex y yo cortamos porque me engañó con un tipo más grande, no es así.-
-Primero tenes que saber que odio las mentiras, si me mentís con algo que me lastime no te hablo nunca más. Este no es el caso. Segundo ¿Vos la engañaste?-
-No, ella me engaño pero con mi mejor amigo, Guille.- Abrió los ojos bien grandes.
-¿En serio? ¿Por eso no querías qué esté con él?-
-Si...- Hice un puchero. Se acercó más a mí y quedamos pegados uno al lado del otro. Apoyé mi brazo sobre sus hombros y ella apoyó su cabeza en el mío. Parecíamos una pareja feliz, eso me gustaba.
-¿La amás?-
-¿A quien? ¿A ella?- Asintió. -No. Desde ese momento no la quiero más.-
-¿Todo pasó el año pasado?-
-Si, después me hice amigo de los chicos y ahora estoy mejor.- Levantó la cabeza y nos quedamos mirando a los ojos por un largo tiempo. Empecé a acercar mi rostro al de ella, pero ella movió su cabeza. Seguro no le pasaba nada conmigo y lo que sentí cuando la besé ella no lo sintió.
-¿Cuando estás en algo con alguien, pensas en ponerte de novio?- Me preguntó de la nada.
-No, si estoy en algo es solo porque no me llegué a enamorar del todo, pero si alguien me gusta solo voy y le pregunto si quiere ser mi novia.-
-Mira vos.- Dijo.
-¿Y qué hacemos?- Le pregunté.
-No sé. Seguro que en un rato me vienen a buscar. ¿Vos tenés una guitarra no?-
-Si.-
-¿Sabes tocarla?-
-Obvio.-
-¿Qué canción sabes?- 
-Hace poco escribí una con letra y todo. ¿Querés escucharla?- Fuimos a mi habitación y le enseñé la canción entera ya que la había terminado. No se si se dio cuenta que era para ella pero no dejaba de sonreír. 
-¿Te gustó?-
-Me encantó. Cantas re bien.-
-Gracias.- Sonó su celular.
-Me voy a cambiar que en quince llega-
-Dale, seguro ya se secó la ropa.- Cuando se cambió yo la estaba esperando abajo, nervioso por que quería decirle lo que sentía por ella pero no podía armar una oración coherente. Terminó y bajo.
-No quiero que te vayas, la paso muy bien con vos.- Fue lo único que salió de mi boca.
-Yo también la paso muy bien con vos. Sonó una bocina y nos acercamos a la puerta. Antes de abrirla siento sus labios en los míos.
-Ya te dí el beso que te debía, chau.- No me dio tiempo a reaccionar, quedé paralizado. Cuando reaccioné ya se había ido.

martes, 4 de febrero de 2014

Ami el Niño de las Estrellas

Ami el niño de las estrellas de Enrique Barrios es el primer libro de la trilogía Ami; novela infantil, narrativa y ciencia ficción. Es uno de los libros que empecé a leer desde chiquita, porque en primaria para las vacaciones (no me acuerdo si de verano o de invierno) nos pidieron que leyéramos un libro, y en mi casa, el más interesante fue este. Para esa edad era un libro bastante largo, así que nunca lo terminé de leer. No me acuerdo si le dije a la profesora que no lo había terminado o si le mentí y le dije que sí. Como nunca lo había terminado de leer fue como que me quedó pendiente, así que unos años más adelante lo leí, completo.

Si hay algo que me gusta de este libro es la ilustración, es fantástica. Al comienzo de la historia me gustó pero luego sentí que me llenaba demasiado la cabeza. Es un libro, que para mí, es espiritual. Se basa en la bondad, humildad, el compartir, etc, pero más que nada se centra en Dios y que Dios es amor.

Soy católica pero ahora soy mas atea que católica, es difícil de explicar pero por ahora no creo mucho en Dios.

No me gustó el libro por el simple hecho de que habla, demasiado, sobre el amor, la bondad, que hay que ser bueno entre otras cosas y yo creo que fue demasiado. Como que uno ya entendió el concepto de ese planeta maravilloso, de la ley fundamental del universo, pero igual te lo sigue explicando y explicando. No se si entendieron pero es complicado de explicar lo que me pasó con este libro. Pero sí me gusta el fin, la enseñanza, que tiene. Y como se abran dado cuenta no leí los siguientes libros.

Si te gusta lo espiritual y lo de que Dios es puro amor te recomiendo este libro.

El amor es el camino hacia la felicidad.

Sinopsis: 
Ami, es un pequeño extraterrestre que proviene de un mundo superior, llega a la tierra a enseñar la “Ley Fundamental del Universo”, secreto cósmico que se ignora en la tierra, lo que causa de guerras e infelicidad.
Al llegar Ami a la tierra conoce a Pedrito, un niño de 11 años terricola, al cual invita a conocer y comunicar, cómo se vive en planetas más avanzados, un mundo evolucionado.
Para que la lección no sea olvidada, lo lleva en su nave espacial a visitar el maravilloso mundo del planeta OFIR, en donde no existen las guerras, la violencia ni las injusticias, porque allá, igual que en todos los mundos evolucionados (la tierra no lo es) se vive de acuerdo a la “Ley Fundamental del Universo”, cuyos habitantes la conocen y practican, de ese modo viviendo en armonía

"La distancia impide un beso o un abrazo, pero jamas impide un sentimiento."

lunes, 3 de febrero de 2014

"Si amas mas los zapatos que el camino, no vale la pena caminar."

Stole My Heart: Capítulo 10



Capítulo 10

Narra Zendaya

  En mi cabeza seguía dando vueltas el porque no debía estar con Manu. ¿Acaso él era malo? Ellos no se daban ni la hora. ¿Cómo sabía cómo era Manu? ¿Acaso no quería qué esté con el porque le pasaban cosas conmigo? Borré de mi mente la última opción, era obvio que no le pasaba nada conmigo. Ese pensamiento me entristeció pero era verdad ¿No?

-¿Lo viste?- Estábamos en el colegio, en la hora de plástica y Ele no paraba de mirar a Fernando. Me encantaba que esté enamorada y feliz, me hacía bien verla así.
-Se que te gusta Fer pero no lo mires todo el tiempo, es muy obvio.-
-No me gusta Fer y no lo miro todo el tiempo. Solo voltee y justo lo vi.-
-Ni vos te lo crees.-
-Si... tenes razón.- Admitió y apoyó su rostro sobre su mano, seguro estaba pensando en que él no le daría bola y esas cosas, como siempre se tira abajo ella sola. 
-Él también gusta de vos.- Le dije y se le dibujó una sonrisa en el rostro.
-¿En serio, cómo sabes?-
-Es obvio, cuando te mira le brillan los ojos.-
-¿Cómo te brillan a vos cada vez que ves a Franco?-
-No, córtala con Franco. Ya me tenes harta.- Siempre hablaba de Fernando o de Franco y de mí. Tocó el timbre y salimos al patio con las chicas, Luca y, como siempre estaba ahí, Manu.
-Hola chicas y Luca. Como el jueves y viernes es feriado los quería invitar a una fiesta en casa. Mis padres no están. Es desde las nueve hasta la hora que puedan quedarse, no más de las dos y media. Acá está la dirección y mi número de teléfono por las dudas.- Nos dijo Franco entregándonos un papelito a cada uno, menos a Manu y cuando llegó a mi me sonrío con su sonrisa compradora.
-Espero que vayas, me encantaría que vinieras.- Me dijo en el oído y nuevamente me sonrío. Me sonrojé un poco y, por mala suerte, todos se dieron cuenta.
-Vos Manuel no estás invitado.- le dijo Franco a Manu y se fue. Que extraño, pensé.
-¿Qué pasa entre vos y Franco?- Me preguntó Nicole.
-¿Ella con Franco? Ja ja ja. No pasa nada, nada.- Dijo Manu, todos lo miramos raro. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué Franco no lo invitó? Teníamos que volver a la aburrida aula, empecé a caminar pero Manu me detuvo.
-¿Qué pasa?- Le pregunté.
-No podes ir a la fiesta.-
-Si puedo y voy a ir.-
-No, te obligo a que no vayas.-
-¿Y vos quien sos para obligarme a mí qué tengo que hacer y que no? Mi padre, no lo creo.- Le dije enojada y me fui. Cuando llegué, Luca me preguntó porque me había retrasado y lo comprobó cuando vio entrar a Manuel.
-¿Y ahora qué pasó?-
-Nada, después te cuento.- Le dije sin ganas.
-¿Irá Fer a la fiesta? Seguro que sí porque es el mejor amigo ¿No? Y si va ¿Qué me pongo? No se que ponerme. ¿Mi mamá me dejará ir? Espero que sí porque sino la mato. Imagínate, voy y empezamos a hablar y nos besamos ¡Sería la persona más feliz del mundo! Pero... ¿Y si me rechaza y no me habla nunca más? No voy a poder parar de llorar y voy a morir soltera.- Dijo Ele hablando rápido y terminó agitada. Yo reía. -¿De qué te reís?-
-Sos tan dramática amiga.- Nos miramos y no podíamos para de reír, pero tuvimos que hacerlo porque el profesor entró al aula y nos calló.
  Estábamos caminando con Franco para la parada de colectivo y yo no podía dejar de pensar en él y Manu, había tanto historia y tanta historia que yo no sabía.
-Y... ¿Vas a venir?- Me preguntó Fran.
-Seguro que sí, tengo que preguntar en casa.-
-Me olvidé, hay que hacer lo de matemáticas.- Cierto, lo de matemáticas. -Tengo una idea, si venís a casa antes de la fiesta hacemos el trabajo y te quedas ahí.
-Buena idea. Mañana te respondo si voy, nos vemos.- Le dí un beso en la mejilla y doblé en la esquina.
  Ya era jueves y tenía que llamar a Franco para avisarle que sí iba a la fiesta y antes a hacer el trabajo práctico de matemáticas. Ayer no había ido al colegio porque me sentía mal y no me había animado a llamarlo. Tenía el papel con su número en una mano y en la otra el teléfono. No se porque estaba tan nerviosa, pero pude marcar el número y me llevé el teléfono a la oreja.
-Hola- Escuchar su voz, era tan hermosa.
-¿Franco?-
-Si, soy yo. ¿Quien habla?-
-Soy Zen.-
-¡Hola! ¿Cómo andas? Ayer faltaste.-
-Si me sentía mal pero ahora estoy mejor. ¿Vos cómo estás?- Logré relajarme un poco.
-Bien ¿Qué necesitabas?-
-Llamaba para decirte que voy a tu casa y a la fiesta. Um... ¿Me podría quedar hasta más tarde? Porque mis padres no pueden ir a buscarme a esa hora.-
-Si claro. No hay ningún problema.-
-Esta bien. ¿A qué hora voy?-
-A las cinco. ¿Está bien?-
-Sí, nos vemos.-
-Te estaré esperando.-
  
  El viernes llegué a las cinco y punto a su casa, hasta me puse nerviosa para tocar el timbre, y cuando lo hice sentí que mi estómago estaba en una gigante montaña rusa en la que no me podía bajar.
-Hola.- Dijo cuando abrió la puerta, tuve que mantener la respiración. Saludó a mi padre que se encontraba, atrás, en el auto.
-Hola.- Le dije.
-Pasa.- Entré a su casa, era grande.
-Es hermosa, tu casa.-
-Gracias. ¿Queres conocer al enano? Mi hermanito, ya está en casa.-
-Me encantaría.- Me iba mostrando la casa mientras caminábamos hacia la habitación del hermano. Nos detuvimos delante de una puerta, la cual él golpeó.
-Enano, permiso.-
-Sí, pasa.- Entramos y me encontré con un pequeño niño de aproximadamente seis años, pelado. Debía ser por la quimioterapia.
-Hola.- Lo saludé moviendo mi mano.
-Hola, soy Peter. ¿Ella es la chica de la que me hablaste?- Le preguntó a Fran, este se rascó la nuca.
-Si... es ella.-  Sonreí.
-Un gusto conocerte Peter. ¿Qué estabas haciendo?-
-Dibujaba ¿Te gusta?- Me preguntó mostrando el dibujo, era un auto.
-¿Lo dibujaste vos? Es increíble. Yo solo dibujo un rectángulo con círculos y para mi ya es un auto.- Los tres nos reímos.
-Gracias.- Seguía viendo el dibujo, era impresionante que un chico de seis años dibuje así.
-¿Vamos a hacer el trabajo?- Me preguntó Franco.
-Dale, después nos vemos Peter.- Movió su mano de un lado hacia el otro. Salimos del cuarto y fuimos al comedor. Fran empezó a sacar hojas de su mochila y las puso sobre la mesa.
-¿Sobre qué es el trabajo?-
-Sobre cálculos, ecuaciones y eso.- Era fácil.
-Si querés hago las ecuaciones que me salen rápido y bien.- Le dije.
-A mi seguro me salen más rápido.-
-¿Seguro?- Lo miré desafiante.
-¿Querés ver?- Empezamos a hacer las ecuaciones, el que terminaba primero tenía que hacer lo que el otro quería y me maldije cuando él ganó.
-¿Cómo hiciste tan rápido?- Quedé sorprendida.
-Soy yo, ya sabes. Aparte me saco diez en todo.-
-¿En todas las materias?-
-Exacto.- Guiñó un ojo. Él era un nerd sexy, tan sexy.
-Sorry chico diez.-
-Ahora tenes que hacer lo que yo quiera.-
-¿Y qué es lo que vos queres?-
-Un beso, eso quiero.-