viernes, 21 de febrero de 2014

Stole My Heart: Capítulo 11



Capítulo 11


Narra Franco

-Un beso, eso quiero.- Dije rápido. Ella abrió los ojos bien grandes. Lo tenía que hacer, me moría de ganas de probar sus labios.
-¿Vos estás loco?-
-No.-
-No vale eso, no apostamos eso.-
-No, pero apostamos que el que perdía tenía que hacer lo que el otro quería ¿No? Solo te pido un beso, sino sos mala perdedora.-
-Yo no soy mala perdedora. Bueno, esta bien, lo voy a hacer.- Sonreí.
-Hijo vení a ayudar con los preparativos, es tú fiesta.- ¿Por qué ahora? ¿No puede ser más tarde? Pensé.
-¡Espera un segundo!- Le grité.
-¡No, vení ya!- En estos momentos odiaba a los padres.
-Si querés andá con el enano hasta que yo termine.-
-Esta bien. ¿Era por allá no?-
-Sí.- Comenzó a caminar. -Mira que quedó pendiente he.- Ni siquiera volteó a verme.
-¡Franco!- Gritó mi padre. Fui corriendo para el parque, ahí se iba a hacer la fiesta. Acomodé cada cosa en su lugar y cuando al fin terminé, fui hacia la habitación de mi hermano. Abrí la puerta y estaban ellos dos riendo, divertidos. Ella se veía tan dulce con él. No notaron que yo estaba allí. Era raro que se llevaran tan bien en tan poco tiempo. Peter no es muy sociable y odia a la mayoría de las personas porque siempre lo miran con tristeza o lo esquivan para no tener que enfrentarse con la enfermedad. Pero ella es diferente a las otras y diferente a todos. ¿Cómo puede ser qué recién la conocía y ya me parecía de otro planeta? Toqué la puerta dos veces para que se dieran cuenta de que yo estaba allí, entré a la habitación.
-¿De qué hablan?- Les pregunté y ambos comenzaron a reír.
-De que cunado ves una araña gritas como niñita y salís corriendo como si alguien te fuera a matar.- Me contestó Peter. No era verdad, va en parte sí pero ahora no, ya maduré eso creo.
-Ya no es más así, no les tengo miedo.-
-Si claro, como ayer ¿No?- Aveces me daban ganas de arrancarle la lengua al enano para que no hablara más. Ella solo reía.
-Falta media hora para que vos te vayas con tu enorme bocota.- Le dije.
-No lo trates así, el solo dice la verdad.- Lo defendió Zen. Respiré profundamente.
-Bueno, yo me voy a bañar y espero que vos- Dije señalando al enano. -no abras más esa boca.- Los dos se rieron, fui al baño y empecé a ducharme. Mientras pensaba en algún plan para poder besarla me entró shampoo en los ojos y no paraban de arder, así que el plan no se creó. Terminé, me cambié y salude a mi familia porque ya se iban. 
  Fui a buscar a Zen, que se encontraba en el patio, y cuando iba a hablarle sonó el timbre. Eran Fer, Joaco y la novia de Joaco. Pasaron unos pocos minutos y de a poco iba llegando la gente. La fiesta marchaba bastante bien, aunque no pude estar a solas con Zen. Uno de mis compañeros de clase gritó quien quería jugar a la botellita con alcohol, era una idea brillante porque si tenía suerte podía besarla. El juego consistía en que todos nos poníamos en ronda con una botella en el medio, uno la giraba y tenía que besar al que el pico de la botella apuntara, pero antes tenía que tomarse un baso con alcohol. Me tocó tomarme dos vasos de alcohol, que para mi gusto estaba bastante fuerte, y besarme con una compañera y la amiga de otra compañera de clases. Llegó mi turno de girar la botella y mientras giraba lo único que quería era que me tocara ella. Cuando paró de girar levanté la vista y no pude evitar sonreír, era Zen. Fue como si el universo escuchara mis plegarias. Ella tomó el alcohol, nos acercamos y nos besamos. Por unos pocos segundos sentí algo diferente, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo y mis ganas de seguir besándola era infinita. Pensé que podría ser el alcohol que le daba ese sabor especial pero con las demás chicas no fue igual. Seguimos jugando un rato más y luego comenzamos a bailar, varios estaban borrachos ya que tuvieron que dar muchos besos.
Iba a ir a hablarle a Fer pero cuando lo divise se estaba besando con Eleanor. Al fin, estuvo toda la semana hablándome de ella sin parar, ya era irritante. Me doy la vuelta para buscar a alguien con quien estar y la vi a Zen sentada sola y decidí acercarme.
-¿Cómo la estás pasando?- Le pregunté.
-Bien, es divertida la fiesta.-
-Me alegro que te diviertas.-
-Si, Eleanor se está divirtiendo bastante, pasó lo que quería que pase.-
-Fer estuvo toda la semana taladrándome la cabeza con Elaonor.-
-Seguro van a terminar juntos.-
-Si se gustan seguro.-
  La fiesta iba terminando y de a poco todos se iban, excepto Zen; al fin estábamos solos.
-¿Y cuándo te vienen a buscar?- 
-¿Ya querés que me vaya?-
-No.- Contesté demasiado rápido. -Solo preguntaba por curiosidad. Todavía me debes el beso.- Dije.
-No, ya te lo dí en el juego.-
-No vale, eso era un juego y lo otro era una apuesta, son dos cosas diferentes.-
-La apuesta pertenece al juego así que no te debo nada.-
-¿Segura?-
-Si, segura.-
-Entonces como sos una mala perdedora vas a tener que soportar las consecuencias, las cosquillas.-
-No, ni lo sueñes, cosquillas no.- La miré pícaro y empezó a correr y yo la seguí. Cuando la alcancé empecé a hacerle cosquillas, no se quedaba quieta e íbamos hacia el lado de la pileta, y de repente veo que se tropieza y cae al agua. 
-Sos un idiota.- Dijo enojada saliendo de la pileta. -¿De qué te reís?-
-Sos linda cuando te enojas.-
-Ves que sos un tarado.-
-Bueno, tranquila.-
-A! ¿No sabes que cuando le decís a alguien tranquila se pone más histérica?-
-¿Cómo vos?-
-Me estoy muriendo de frío y vos diciendo como vos.- Me acerqué a ella y la abracé, se tranquilizó un poco.
-¿Mucho mejor?-
-No mucho pero sí mejor.- Nos quedamos unos segundos abrazados.
-¿Qué te parece si busco una toalla y te cambias la ropa?-
-Es que no tengo otra ropa.-
-Yo te presto, busco lo más chiquito que tengo y te lo doy. Así se seca tu ropa y la mía.- Dije ya que al abrazarla me mojé. Le dí una toalla, fuimos a mi cuarto, busqué algo de ropa y se la dí. 
-Te espero afuera.- Le dije y dejé que se cambiara en mi habitación. Cuando salió, comencé a reírme, todo le quedaba enorme. Le había dado un cinturón para que sujetara el pantalón. Se veía tan sexy con mi ropa. Salí de mis pensamientos ya que comenzó a rapear.
-Yo me caí al agua y mi ropa se mojo, el idiota me dio su ropa y enorme me quedó. OH yeah.- Cantó y se cruzó de brazos. Había agarrado una gorra mía, que también le quedaba enorme. Empezamos a reír.
-Estás loca.- Le dije.
-Perdón, es que a esta hora y el alcohol no me pega muy bien.- Hizo una sonrisa como si hubiera hecho algo malo y ella no tuvo la culpa, era tan tierna. Fuimos al comedor a sentarnos en el sillón a hablar.
-¿Y tus padres a dónde fueron?- Me preguntó.
-A una quinta, como yo no quería ir porque me aburro me dejaron hacer la fiesta.-
-Claro.-
-Te mentí.-
-¿Qué?- Me preguntó desconcertada. Le tenía que contar lo de Guille.
-Sí, cuando te dije que mi ex y yo cortamos porque me engañó con un tipo más grande, no es así.-
-Primero tenes que saber que odio las mentiras, si me mentís con algo que me lastime no te hablo nunca más. Este no es el caso. Segundo ¿Vos la engañaste?-
-No, ella me engaño pero con mi mejor amigo, Guille.- Abrió los ojos bien grandes.
-¿En serio? ¿Por eso no querías qué esté con él?-
-Si...- Hice un puchero. Se acercó más a mí y quedamos pegados uno al lado del otro. Apoyé mi brazo sobre sus hombros y ella apoyó su cabeza en el mío. Parecíamos una pareja feliz, eso me gustaba.
-¿La amás?-
-¿A quien? ¿A ella?- Asintió. -No. Desde ese momento no la quiero más.-
-¿Todo pasó el año pasado?-
-Si, después me hice amigo de los chicos y ahora estoy mejor.- Levantó la cabeza y nos quedamos mirando a los ojos por un largo tiempo. Empecé a acercar mi rostro al de ella, pero ella movió su cabeza. Seguro no le pasaba nada conmigo y lo que sentí cuando la besé ella no lo sintió.
-¿Cuando estás en algo con alguien, pensas en ponerte de novio?- Me preguntó de la nada.
-No, si estoy en algo es solo porque no me llegué a enamorar del todo, pero si alguien me gusta solo voy y le pregunto si quiere ser mi novia.-
-Mira vos.- Dijo.
-¿Y qué hacemos?- Le pregunté.
-No sé. Seguro que en un rato me vienen a buscar. ¿Vos tenés una guitarra no?-
-Si.-
-¿Sabes tocarla?-
-Obvio.-
-¿Qué canción sabes?- 
-Hace poco escribí una con letra y todo. ¿Querés escucharla?- Fuimos a mi habitación y le enseñé la canción entera ya que la había terminado. No se si se dio cuenta que era para ella pero no dejaba de sonreír. 
-¿Te gustó?-
-Me encantó. Cantas re bien.-
-Gracias.- Sonó su celular.
-Me voy a cambiar que en quince llega-
-Dale, seguro ya se secó la ropa.- Cuando se cambió yo la estaba esperando abajo, nervioso por que quería decirle lo que sentía por ella pero no podía armar una oración coherente. Terminó y bajo.
-No quiero que te vayas, la paso muy bien con vos.- Fue lo único que salió de mi boca.
-Yo también la paso muy bien con vos. Sonó una bocina y nos acercamos a la puerta. Antes de abrirla siento sus labios en los míos.
-Ya te dí el beso que te debía, chau.- No me dio tiempo a reaccionar, quedé paralizado. Cuando reaccioné ya se había ido.

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