lunes, 29 de febrero de 2016

La Chica que Necesitaba un Abrazo (FIN)

Último escrito del diario intimo de la chica que necesitaba un abrazo

¿Hace mucho que no te escribo? Creo que estoy mejorando, estoy tratando de dejar mis miedos a un lado. Ahora me siento bien conmigo, se podría decir que ya se quien soy. Estoy descubriéndome de a poco como soy, estoy aceptando mis defectos. No me siento sola como antes, me siento acompañada. Decidí que todo lo que me haga mal, no me guste, me haga sufrir lo voy a dejar a un lado, lo voy a sacar. No me importa si tengo que ser egoísta o mala con los demás, quiero enfocarme en mí y solo en mí. Solo me queda un pequeño problema que ya voy a solucionar.

Espero que esta sea la última vez que te escriba y que nuevamente no me pase lo mismo, así que... Hasta Nunca.

martes, 23 de febrero de 2016

martes, 16 de febrero de 2016

Mi Imaginación

Y ahí fue donde la conocí, en mi imaginación. Me enamore desde esos primeros momentos juntos, desde el primer beso, los siguientes roses, los próximos años, nuestra boda, nuestros hijos y hasta nuestra mascota. Ya conocía de memoria ese sentimiento de felicidad al estar con alguien, lo podía saborear en todo momento. Y todo era perfecto, pero nada era real, solo era mi imaginación.

sábado, 13 de febrero de 2016

La Chica que Necesitaba un Abrazo (XVIII)

Últimos fragmentos del diario íntimo de la chica que necesitaba un abrazo

¿Pensé alguna vez en suicidarme? No. Creo que no llegué a ese punto de sufrimiento, pero sí pensé en eso, en lo que abarca eso. Bueno, nunca me gustó o estuve de acuerdo con que una persona lo haga. Pero ahora todo es diferente. Siempre decía ¿Por qué no pide ayuda? Y es que leyendo historias y, sobre todo, viéndome a mí en la situación en la que estoy, comprendo todo. Es tan difícil hacerlo. No se por que pero cuesta horrores. 

Es que yo creo que estamos constantemente pidiendo ayuda, pero de forma indirecta, esa forma que nadie puede ver, porque todos vivimos encerrados en nuestro propio mundo. Uno va dejando indicios, pistas, cosas para que los demás lo vean pero no lo hacen. Pienso que si digo algo piensen que quiero llamar la atención, de que tengo miedo de que a nadie le importe y la ayuda que pido no me la den.

Siempre odie a toda persona que se sentía mal con ellos y no hacen absolutamente más que quejarse en vez de cambiarlo. Bueno, por eso me odio a mí. Soy parte de esas personas a las que odiaba.


Lo más raro de la vida es que uno se desquita con las personas que más tienen cerca y no con la persona que debería.


Ya es diciembre, un mes y se termina el año. Todo el año quise que se terminara, pero hoy, que estamos a un mes, me agarró pánico. Todo este tiempo dije, en año nuevo cambio, todo va a ser diferente, va a ser un gran año. Pero no se si me siento lista para hacerlo, para cambiar. Se pasó tan rápido. AAA! Odio tener miedo a todo.


Disfruté mucho mi día: El silencio, la lectura y yo. Amo esos días en los que estoy en paz leyendo, sin que nadie me moleste, ni siquiera los pensamientos. Mi anestesia, adicción y escape son los libros.


Hace más de dos meses que no nos vemos, hace más de dos meses que me dicen que no. Ya me cansé rotundamente. Llega un punto que uno se cansa y las excusas que estuvo soportando ya no las soporta más. Se los dije. No sirvió. ¿No odias esa cantidad de palabras que uno pone para no quedar mal uno mismo y a la vez no querer hacer mal al otro tratando de ocultar la culpa que uno siente? Yo si, las detesto y esto no significa que no he dicho ni escrito esa cantidad de palabras.


No puedo dejar de pensar en el punto de vista de los demás, en como ven y sienten ellos la situación. Esto empezó gracias a mi locura y a tratar de entender la vida y no enojarme con los demás. Funciona muchas veces, pero mi punto de vista me gana y los puntos de vista de los demás se desvanecen. Y sí, pienso mucho en la vida en vez de vivirla. 


Te puedo asegurar que en este momento estoy en el laberinto del sufrimiento, sobreviviendo y teniendo esperanza de salir de allí.

jueves, 11 de febrero de 2016

Muchas veces cometemos errores inconscientemente o sin saber el daño que pueda causar. Aunque seamos la mejor persona del mundo, al día siguiente, podemos ser la peor.