martes, 14 de octubre de 2014

La chica que necesitaba un abrazo (VIII)

Fragmentos del diario íntimo de la chica que necesitaba un abrazo

Hace más de una semana que no te escribo, eso significa que fueron unos buenos días, por suerte. Pero nuevamente volví a decaer, otra vez no se para donde ir, otra vez me siento perdida.


Llegué a la conclusión de que nadie se toma el tiempo de conocerme bien. Se que gran parte es culpa mía, pero tardo mucho en tomar confianza y la gente se cansa o no le interesa. Y esto lo siento con todas las personas.


¿Nunca te hable de amores? Solo una vez casi llegué a enamorarme, o lo hice. Podíamos hablar por horas, me hacía reír, hacía chistes sobre él todo el tiempo, pero era engreído, egoísta, se creía el ombligo del mundo. Al principio no me gustaba, cuando me besó tampoco, pero mientras fueron pasando los días me empezó a gustar y demasiado rápido. Era exactamente como una película romántica: vacaciones, pileta, montaña, estrellas, muchas estrellas. Hasta que llegó el fin de las vacaciones. Yo estaba demasiado enganchada con él, y parecía que él no. Es como aquella frase que cuando uno empieza a sentir más que el otro todo se rompe. Entonces me saqué la duda de que si en verdad le pasaban cosas conmigo. No me respondió ni que sí ni que no, solo dijo excusas que parecen perfectas pero que son imperfectas. Él decidió cortar la relación y decidimos seguir siendo amigos. No te voy a mentir, me dolió y a veces estaba triste. Hasta que llegó un día que me dí cuenta que ya no me pasaba nada más con él, ya era pasado. Es como dice una letra de NTVG "si todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar, hasta que seas consciente que no te hace daño."

Él es una de las personas que no se tomó el tiempo de conocerme mejor, como todo el mundo.

Si me preguntan yo respondo con la verdad siempre, si no lo hacen yo tampoco lo digo.

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