jueves, 28 de agosto de 2014

La chica que necesitaba un abrazo (IV)

Fragmentos del diario íntimo de la chica que necesitaba un abrazo

No se lo puedo decir a nadie porque a mi nadie me escucha. Todos hablan encima mío todo el tiempo.


Recuerdo mi único dolor de niña, el dolor que te dejan los amigos... ¿Alguien me dijo, no te preocupes qué la vida es así? No, nadie. Aprendí yo sola a seguir adelante. Entonces me dije: si te hace mal sacalo, y así lo hice. Comprendí que la vida es así, y que después de algo malo y triste viene algo bueno y feliz. Luego de ese dolor comencé a hablar con mi ahora aliada. Le había pasado algo parecido a mi y nos unimos de una forma casi mágica.


Siempre fue igual mi vida, feliz, sin nada que me destruya, hasta ahora.


Ellos tienen sus propios problemas, no necesitan los míos.


Estoy tratando de ser egoísta y pensar solo en mí, pero es imposible.


Me siento una mierda.


Siempre me pregunté como hace la gente para contar sus problemas, sus angustias, sus sentimientos. ¿Cómo lo hacen?


Y sigo sin entenderme y perdida y odio que no me escuchen y me sigo sintiendo sola...

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